Fin de semana en Pucón y Villarrica

Viernes 13 de Mayo

Partimos después de almorzar, porque cuidamos a nuestra nieta en la mañana. La idea era pasar un fin de semana romántico para festejar nuestro aniversario de bodas. 

El viaje fue hacia el sur, por ruta 23. Antes de cruzar el Puente sobre el río Malleo, tomamos hacia la derecha, hacia el paso Mamuil Malal. 

En el camino pasamos al pie del majestuoso Volcán Lanín. Es un recorrido muy bonito, en gran parte asfaltado si se parte desde San Martín o Junín de los Andes, por lo que hay tráfico y colas en la Aduana. 

A poco de cruzar a Chile pudimos observar el Volcán Villarrica, todavía con algunas emisiones, pero ya con el nivel de alerta reducido.

Casi llegando a Pucón, nos alojamos en Okorí Hostel, que tenía una interesante promoción combinada con baños termales.

El lugar nos encantó, y sus dueños demostraron todo el amor con que emprendieron su proyecto de vida.

Atendieron a muchísimos detalles, que hicieron que nos sintiéramos maravillosamente.

Por la tarde fuimos a pasear a Pucón.

Seguimos disfrutando la imagen del Villarrica, y un poco de shopping.

Paseo urbano, caminando, con el foco del pensamiento en las nietas...

Después de cenar volvimos a disfrutar las comodidades del Hostel.

Sábado 14 de Mayo

Despertamos con los sonidos de la naturaleza. Un enorme placer. 

Observamos que toda la construcción se hizo con un eficiente respeto por las especies nativas, minimizando el impacto.

Después de desayunar salimos a pasear, esta vez en auto. Nos dirigimos a conocer Lican Ray

Pocos kilómetros, un hermoso recorrido.

Jugamos un poco en la orilla del lago.

Al regresar nos quedamos en Villarrica, almorzamos y nos alojamos en el Hotel Don Juan.

También un buen sitio, cómodo, Especialmente una gran cocina-comedor a disposición.

Por la tarde paseamos por Villarrica, caminando.

Después de cenar, muy bien en  Milla Rahue, volvimos al Hotel a descansar.

Domingo 15 de Mayo

Habíamos postergado el voucher promoción de Okorí, en las Termas de San Luis. 

Desayunamos y nos fuimos a las Termas. 

Las disfrutamos hasta después del mediodía.

Almorzamos unos sandwiches en el auto, y emprendimos el regreso a casa.

Santiago

Viernes 8 de Abril

Nos despertamos ocho y media. Deberíamos haber dormido más, pero no fue así. Nos duchamos, cambiamos, y bajamos a desayunar. Había de todo: café, leche, té, yogur, pan de molde, pan integral, jamón, queso, mantequilla, varios dulces, manjar, queque (como un bizcochuelo), jugo,... Muy bueno, aunque no pudimos con todo.

Hicimos check out y fuimos a guardar las mochilas y comprar los pasajes para la noche, en el Terminal terrestre.

Una vez livianos decidimos ir a pasear al Mall Sport, un poco lejos, pero fuimos combinando metro y bus.

Vale la pena, es un shopping bien específico, dedicado a los deportes, pero también con detalles para los niños. Hasta festejar un cumpleaños...

Se nos fue la mañana allí. Pero nos quedaban muchas horas más de paseo. Había visto en la Guía que nos mandó Booking, de Santiago, una referencia a Los Dominicos, un pueblito artesanal.

No teníamos interés en más shopping, así que nos pareció una interesante propuesta, y allí fuimos.

No sabíamos como llegar, pero como dice el viejo refrán: Preguntando se llega a Roma!. Consultamos, nos sugirieron bus, también preguntamos dónde bajarnos.

Como siempre la gran diferencia siempre la hace la gente. Nos orientaron para llegar, todos con muy buena onda: adultos, jóvenes y chicos.

Era un gran parque, y ya teníamos hambre. En la esquina encontramos un supermercado, y compramos un par de empanadas y jugo. Aprovechamos el sol y comimos sentados en el pasto.

Luego buscamos el Pueblito.

Fue una excelente propuesta. Nos encantó.

Había animales.

Artistas y Artesanos en diferentes locales.

Nos maravillamos con un mini jardín...

 de especies miniaturizadas.

También una muestra fotográfica

Hermoso! Fue una tarde plena. Para regresar era sencillo. Tomamos el metro en la estación Los Dominicos, hasta Universidad de Chile, allí se encuentra el Terminal Sur, donde subimos al bus que nos llevó a Temuco, para encontrarnos con nuestros hijos y nietas